Alumbrado público

El germen del alumbrado público lo hallamos en Mesopotamia. En sus planicies llegaron a encontrarse lámparas de terracota. Y es que la iluminación es una necesidad primordial que acompaña al hombre desde tiempos inmemoriales. La evolución desde aquel 7.000 aC se tradujo en las lámparas de cobre y bronce en Egipto y Persia. Se trataba de joyas artesanales que alumbraban de forma colectiva. Elementos que han pasado hoy del estilo clásico al moderno, introduciendo la decoración como aspecto influyente en este sector. Por ejemplo, hoy en día contemplamos columnas para el alumbrado de parques o avenidas con detalles ornamentales en sus bases. Por tanto, podríamos decir, que el crecimiento de la iluminación ha caminado siempre en paralelo al del progreso humano.

La luz de arco eléctrico con electrodos de carbón o la lámpara fluorescente han ido dejando paso a sistemas modernos. En la actualidad, iluminamos una fuente, una fachada o un monumento con proyectores o fardas de fundición. Además, existen las lámparas de tecnología SAP en tonos anaranjados y los Aditivos Halogenuros Metálicos, en varias tonalidades. Eso sí, en la actualidad, los municipios y ciudades apuestan también por el ahorro en su alumbrado público. Éste, entendido desde dos puntos de vista, el económico y el medio ambiental.

Las soluciones de iluminación mediante LED

Esto se consigue gracias a la tecnología LED: más iluminación con menos consumo. Esta alternativa para el alumbrado público comenzó a implantarse en alguna calle en el año 2007. Progresivamente, se fueron uniendo poblaciones, que se han aliado a las farolas solares con luminarias LED en todo su territorio. En este contexto, en Luces Iluminación, en Salamanca, creemos en el desarrollo de soluciones de iluminación mediante LED. Y es que estas propuestas innovadoras enriquecen la calidad de vida de las personas. Y todo, sin olvidar la responsabilidad con el medio ambiente.

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